“Sólo buenas noticias”: La gran promesa de Milei en lo de Susana y en el Parque Lezama
La semana política terminó con la entrevista de Susana Giménez al presidente de la República. Grabada durante la semana en la Casa Rosada y transmitida el domingo a la noche sobre el final del programa. Allí el presidente manifestó que “de acá para adelante sólo quedan buenas noticias”. El concepto ya había sido volcado el día anterior, el sábado, en el acto del Parque Lezama, de la Ciudad de Buenos Aires.
¿Estamos en un punto bisagra de la narrativa oficialista? El “de acá en adelante…” es una gran apuesta al futuro. También una forma de reconocer que en este período han habido malas noticias. La tarea sucia ya está hecha, ahora vienen las buenas, algo así. Como sea, es un mensaje que pone la proa hacia el futuro, y puede ser leído también como un mensaje refundacional de su gestión.
Si lo que dice el presidente se constata en la realidad, estaremos ante un timing más que apropiado de cara a un comienzo de año electoral. En el contexto económico de hoy, nadie puede esperar un rebote vertiginoso, sino más bien una progresiva recuperación. Incluso, quizás no arrancando ahora mismo, sino dentro de uno o dos meses. De ahí que el timing para llegar bien a octubre sea arrancando un año antes.
Sobre todas las cosas, ese mensaje presidencial renueva las expectativas. O al menos eso intenta. Lo decían los propios seguidores en el acto, entrevistados por los medios presentes. “Estamos mal, pero bancamos al presidente”, palabras más, palabras menos. Es necesario llevar algo de esperanza, mostrar un camino. Generar nuevas expectativas. Eso es lo que intenta Milei con el mensaje.
Entran en juego dos cuestiones. En primer lugar, lógicamente la concreción o no de esa promesa. El primer paso en el camino de esa concreción es parar de caer. Dejar de dar malas noticias. Luego, habría que constatar una leve recuperación. Diciembre y las Fiestas por delante. Habrá que ver cómo está el consumo para entonces. En caso negativo, todo recordará a la famosa frase de los brotes verdes durante el macrismo. Brotes que nunca aparecieron.
Si el mensaje de que de ahora en adelante vienen las nuevas noticias pasa a ser parte de la narrativa central del gobierno, entonces, para realmente instalar ese mensaje, deberá ser reiterado en más ocasiones. Sea el presidente o distintas vocerías, el mensaje no se instala de la noche a la mañana. Hay que repetirlo.
Esto nos lleva a la segunda cuestión, que es el valor de la palabra presidencial y la credibilidad de Milei y todo su gobierno. En el acto de Parque Lezama, el presidente también sostuvo que la pobreza está cayendo y que las jubilaciones están mejor en dólares. Si fuera cierto, mejor ni decirlo. Porque no es creíble. La credibilidad de Javier Milei está en zona amarilla. No hay más margen para, en un contexto de crisis, jugar con la palabra presidencial.
Todavía es temprano para ponderar con precisión la declaración a modo de relanzamiento de su gestión, el anuncio de un tiempo nuevo, de una primavera libertaria. Lo repitió en dos momentos claves en una misma semana, entrevista con Susana y acto en Parque Lezama. Aún hay que ver si pasa a ser parte de la narrativa. Luego, si se constata con la realidad. Y después de eso, dependiendo de sí se cumple o no la gran promesa, qué sucede con la credibilidad del gobierno.
Contexto de crisis, palabra presidencial desgastada. Humor social… ¿al límite? Si la promesa adquiere centralidad en la narrativa, estamos ante una gran apuesta en el plano comunicacional. Una gran apuesta para el liderazgo que ha sabido mostrar el gobierno, de la mano de una narrativa sencilla y bien articulada.