La escenificación que le falta a Milei
MC2
Javier Milei “es un populista de derecha”, sentenció esta semana el economista Philipp Bagus, referente de la Escuela Austríaca. “Un populista de derecha que defiende los intereses de la población por sobre los intereses de la casta”.
Utilizada hasta el hartazgo, la categoría de populismo todavía resulta confusa y por momentos usada sin más criterio que el de lanzar una crítica a los adversarios. No obstante eso, es una categoría que permite describir algunos aspectos de la realidad política. De ahí que siempre vuelve a ser usada. Como dijo Bagus, Milei es un populista, porque defiende o dice defender los intereses de la gente de a pie por sobre los de la clase política. Pueblo versus casta. El concepto capta lo esencial del proyecto mileista.
Pero el concepto es escurridizo y hay un sinfín de definiciones. María Esperanza Casullo -politóloga especializada en el tema- en uno de sus trabajos supo sintetizar tres elementos que son comunes a gran cantidad de definiciones de populismo: un líder personalista, un pueblo, y un discurso de movilización antagonista. El nosotros versus ellos.
Pero si hay un pueblo, este debe materializarse de alguna manera. En una plaza llena, actos multitudinarios, recorridas, caravanas, etc. Y si bien las redes sociales son una arena destacada de la política, ahí la multitud no llega a expresarse realmente como tal. Es necesaria una instancia para el cara a cara, para la multitud de carne y hueso. En un populismo es necesaria la escenificación de la relación líder-pueblo.
Milei no ha escenificado su relación directa con la gente, con su pueblo, en casi ningún momento en estos cinco meses de gobierno. La ceremonia de asunción tal vez sea la única oportunidad en la que se lo vio con su pueblo. En otro plano (porque lo mostró en cercanía con la gente, pero no con multitudes) los vuelos comerciales y algún que otro episodio perdido de saludos a través de las rejas de la Casa Rosada. Pequeñas muestras del presidente popular, pero que no son la escenificación líder-pueblo.
La Feria del Libro de Buenos Aires era una ocasión que se presentaba como una posibilidad para el Milei de multitudes, pero finalmente la presentación de su libro no tendrá lugar en la feria, posiblemente por el público hostil del sector y las dificultades logísticas que habrían surgido para llevar al público libertario.
Podría decirse que Milei tiene su pueblo. Un pueblo que por ahora está casi en modo fantasma, sin materializarse en plazas ni calles, pero que se expresa en encuestas de opinión y redes sociales. Al Milei presidente le falta esa escenificación de líder del pueblo. Hay un déficit ahí, y del que posiblemente el equipo comunicacional del gobierno ya tenga registro. Habrá que ver si en algún momento consideran que sea oportuno llenar ese vacío. De momento, Milei es un presidente populista que no escenifica la relación líder-pueblo.