Macri en Córdoba y la triple amenaza: entre el schiarettismo, Milei y Bullrich
Mauricio Macri y el PRO tienen un vínculo especial con Córdoba. Quizás a partir de una visión estratégica que supo aprovechar la retirada del kirchnerismo en la provincia, quizás a partir de una coincidencia de valores con el electorado cordobés; lo cierto que en la segunda provincia más poblada del país el PRO siempre tuvo una relación especial con el electorado. Relación que quedó en suspenso con el magro 22,62% obtenido en octubre de 2023.
Porque si hasta no hace mucho el éxito del PRO en las nacionales convivía con el éxito del peronismo cordobés a nivel provincial, la entrada de Javier Milei y La Libertad Avanza en la ecuación cordobesa complicó las cosas. Hoy, los movimientos de Macri en la provincia muestran que busca evitar ser desplazado por el mileismo y diferenciarse también del peronismo cordobés.
En esa dirección va la intervención de Macri en el PRO cordobés. La deslegitimación pública a Oscar Agost Carreño durante sus palabras en la Bolsa de Valores de Córdoba hace algunas semanas vino acompañada de la posterior incorporación de Darío Nieto como responsable político. Fiel a su estilo ubicuo, Macri no quiere perder las riendas del PRO en ninguna provincia. Incluyendo Córdoba.
A todo esto, y como si fuera una metáfora, se conoció que Macri está construyendo una casa en la provincia mediterránea. Acto seguido, el expresidente se encargó de negar la posibilidad de una futura postulación en la provincia, hecho que no hizo más que abrir el juego para la especulación.
En principio se puede vaticinar que con mayor presencia en el territorio cordobés, el ingeniero Macri buscará obturar el crecimiento electoral de La Libertad Avanza. Mientras, deja que el tiempo aclare las posibilidades inciertas de un ensamble electoral con los libertarios en 2025. Aunque dificilmente eso suceda en Córdoba.
A todo esto, y como si fuera una metáfora, se conoció que Macri está construyendo una casa en la provincia mediterránea.
Si por un lado, el riesgo con La Libertad Avanza está en el plano de los electores y la posible captura por los libertarios, por otro, Patricia Bullrich es una amenaza en el nivel dirigencial, promovienod la fuga hacia las filas de la ministra. La ruptura con la ministra de Seguridad abre la posibilidad de que el juego en Córdoba sea un armado entre referentes del bullrichismo y libertarios. Todo está por verse, pero la tendencia hoy parece ser esa.
Por su parte, el schiarettismo apunta a hacer pie en la Ciudad de Buenos Aires, el otro gran bastión electoral (y con gestión propia) del PRO, de la mano de Miguel Ángel Pichetto. Pichetto es, además, el jefe del bloque que en Diputados reúne a lilitos, socialistas, peronismo cordobés y PRO desencantados del liderazgo de Macri, como Massot y el propio Carreño. Así, los caminos del peronismo cordobés están lejos de confluir con los del PRO, aún cuando los unió el posicionamiento afable a Milei en un primer momento.
El peronismo cordobés y el PRO tienen algo en común: el éxito o no de Javier Milei determinará mucho de lo que será su posicionamiento público y el tono con el que apuntarán al gobierno. En ese sentido, ambos están expectantes, aún cuando la tropa de Schiaretti y compañía ya se muestra más alejada que la del expresidente.
Macri tiene por delante, primero, asegurarse las riendas del partido en las provincias. Segundo, la recomposición (o no) de lo que fuera Juntos por el Cambio. Quizás con una nueva marca, con algunos nombres menos, pero con otros nombres que seguirán siendo los mismos. Y si hablamos de Córdoba, aparece ahí el nombre de Rodrigo de Loredo. El diputado hoy puede ser etiquetado como radical con peluca, pero a fin de cuentas en 2025 estará más cerca de Macri que de Milei.
Así las cosas, Córdoba guarda los secretos de lo que puede ser la reconfiguración de poder hacia 2025. Mauricio Macri, muchas veces subestimado, confía la administración de la Ciudad de Buenos Aires a su primo Jorge y apuesta a construir su casa en la populosa provincia mediterránea.